Un deudor cuya nómina estaba siendo embargada tras avalar el préstamo hipotecario de un familiar solicitó acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad. Con una deuda de 71.390,58 €, consiguió frenar los embargos desde la declaración del concurso de acreedores y, posteriormente, obtuvo la exoneración definitiva de todas sus deudas, quedando completamente libre de cargas.

Un matrimonio con embargos en su nómina y cuentas bancarias por deudas que ascendían a 193.868,31 €, derivadas de varios préstamos, se acogió a la Ley de Segunda Oportunidad. Tras declararse en concurso, se levantaron todos los embargos y se obtuvo la exoneración total y definitiva de las deudas, permitiéndoles conservar su vivienda hipotecada sin necesidad de venderla.

Un deudor con embargos activos por parte de entidades bancarias, acumulando una deuda de 932.560,39 €, derivada principalmente de préstamos avalados como administrador de una sociedad limitada, se acogió a la Ley de Segunda Oportunidad. Durante el procedimiento se paralizaron los embargos y, finalmente, se obtuvo la exoneración total y definitiva de todas las deudas, permitiéndole empezar de nuevo sin cargas financieras.

Un pensionista con ingresos mensuales de 2.062 € y propietario de una vivienda hipotecada, se acogió a la Ley de Segunda Oportunidad tras sufrir embargos por préstamos impagados que ascendían a 48.362,62 €. Gracias a un plan de pagos de solo 40 € al mes durante 5 años, obtuvo la exoneración provisional de sus deudas y logró mantener su vivienda sin necesidad de venderla.

Un deudor afectado por embargos debido a préstamos que avaló como administrador de su empresa se acogió a la Ley de Segunda Oportunidad. Con un pasivo total de 39.511,25 €, logró la exoneración definitiva de todas sus deudas, eliminando completamente sus obligaciones económicas con las entidades bancarias.